Ayrton llegó a la cita del Principado con grandes
antecedentes en las divisiones inferiores al Gran Circo, pero con tan sólo
cinco competencias en la elite del automovilismo mundial, donde sus mejores
resultados hasta ese momento habían sido dos sextos puestos en Bélgica y
Sudáfrica.
En clasificación el paulista quedó en el puesto 13 muy lejos
del poleman, Alain Prost, quien junto a Niki Lauda dominaba las acciones del
Mundial con los temibles Mc Laren Porsche-TAG.Pero en carrera las cosas fueron
distintas debido a que el cielo amaneció plomizo y en horas de la competencia,
descargó sobre la tierra de Rainiero. El factor meteorológico terminó
convirtiéndose (como tantas otras veces), en un aliado para la sensibilidad de
Senna, que comenzó a superar a rivales encumbrados de talla de Keke Rosberg,
Jacques Laffite, Michele Alboreto, Elio de Ángelis, Nigel Mansell y Lauda,
hasta saltar a la segunda posición asombrando a propios y extraños.
Vueltas más tarde
estaba casi a la cola de Prost, y por pedido de éste más la anuencia del
comisario deportivo, el ex piloto Jacky Ickx, la carrera se paró en la vuelta
31 privando al Mágico de lo que podría haber sido una victoria colosal. No
obstante aquel 3 de junio de 1984, Ayrton Senna
cumplió una actuación consagratoria y le demostró a la cátedra que era
cosa seria. Algo que confirmo años más tarde con tres campeonatos mundiales, 41
victorias, 65 poles positions y seis triunfos en el Callejero de Mónaco, donde
alcanzó el título de Príncipe
interesante informacion
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